Con el pie derecho

 Nadie se imagina que un día en el que te levantas de la cama con el pie derecho, afirmando que algo maravilloso sucederá, puede terminar mal.

 Pero cuando la vida quiere darte una lección o como dirían los grandes gurús de la motivación "probarte de qué estás hecho" no hay pie que valga.

Así estuvo una jornada en la que todo iba jodidamente bien; hasta el frío tuvo compasión de las almas solitarias y cedió un poco la intensidad. Un sol radiante acompañó la merienda con una taza de té y un ponquecito.

No le pides mas a la vida que llegar a casa a descansar del ajetreo del trabajo, entretanto esperas tu ruta en la parada de autobús.

 Inesperadamente un hecho te saca del estado sereno en el que andas, de una manera infame, te enojas y no te explicas ¡porqué arruinar un lindo momento, uno de los pocos lindos días que has tenido en meses con algo así!

 Piensas en eso mientras corres detrás de un hijodeputa que te arrebató el teléfono celular cuando te disponías a abordar el transporte público; no dudas ni un segundo y lo persigues, pues alguien que te arranca algo de las manos y huye, pocas veces está armado; esas cosas las aprendes en la calle con los que saben como es "la movida" de verdad. 

¿Qué necesidad tenías de robarme, loco? ¡A mí! - lo repites varias veces mentalmente o al menos eso crees que hiciste. Es increíble la capacidad que tienes de realizar tantas cosas a la vez cuando la adrenalina está a millón: correr, pensar y mantener la vista fija en el sujeto para no dejarlo escapar sin que te tropieces. 

A leguas se notaba que era un tipo sin aspiraciones en la vida; en otras apunta a lo alto. ¡Al mejor estilo de Robin Hood! enfoca su poca astucia y falta de conciencia en robar al que le sobra, al que hace mucho se partió el lomo para estar donde está o quizá ni necesitó de eso. Pero que de cualquier modo bueno o malo, puede reponer una perdida material sin mucho lío. 

Corres desesperadamente al rescate de lo que te pertenece; porque cuando valoras algo jamás dejas que te lo quiten, no piensas en lo material sino en lo que significa para ti, lo que representa realmente, eso es lo que duele, lo que da bronca, lo que te hastía y te hace sacar de tí la fuerza para no permitir las injusticias.

Gritas por ayuda ante la mirada indiferente y pusilánime de las personas en la calle; descubres que estás solo en ésto cuando te quedas sin voz y el ladrón sigue corriendo.

 No puedes creer que la gente sea tan cagueta de hacer el bien, teniendo el poder de salvar el mundo y estando en el momento preciso. Te carcome la indignación. 

Ya no te importan las consecuencias, ni quien te abandona en la causa, solo vas por lo que es tuyo, agradeces haber tomado la decisión de saltar la cuerda hace meses para mejorar tu resistencia, pero no te preocupas de si llevas el calzado adecuado, mucho menos en el qué dirán las personas por ir gritando por la calle pidiendo auxilio, solo corres detrás de lo que no quieres perder y estás dispuesto a conseguir como sea.  Es ahí cuando el universo te escucha...

Dudas de la existencia de los hampones de buen corazón hasta el momento en que el tipo que te puso a correr cinco largas cuadras, al verse casi alcanzado suelta el teléfono con una acelerada sutileza sobre unas bolsas de basura y sigue corriendo como alma que lleva el diablo.

No te cabe el asombro en la cara por lo que acaba de suceder y lo asumes como una obra de la intervención divina algo místico, rápidamente tomas tu teléfono y te vas a tu casa, en shock...no lo asimilas y es cierto.

Reflexionas todo lo sucedido  antes de desmayarte y darte cuenta de la fuerza, valentía y determinación que tienes cuando las cosas que te importan están bajo amenaza. 

Descubres que tu vida está en riesgo constantemente y debes estar despierto para que no te la arrebate el miedo.

 Que la gente normal no va a salvarte ni a ponerse en tus zapatos por mas que pidas ayuda, quienes te abrazan con amor son aquellos que realmente conocen tu ser y debes aferrarte a ellos sin dudar.  Además de eso, que cuando uno persevera con la confianza de que todo saldrá bien, el universo responde a tu favor.

Así termina un día que comenzó con toda la buena vibra y culminó con una maratón, una llaga en el pie derecho y una gran lección "Confía en tu fortaleza, persiste y no permitas que el miedo te quite lo que te pertenece"...

Y sí, fué un día maravilloso. 

Nota mental: No sean gente cagueta; nunca saben cuando les corresponda ser ángel en la vida de alguien; tengan huevos y ovarios en vez de cobardía: ¡Ayuden!




Comentarios

  1. Los celulares casi terminan volviéndose una extensión de uno, es el primer objeto que tomamos al despertar, como si fuese nuestros pie derecho y el último que soltamos para entrar en el mundo inconsciente, este relato en qué se corre por un objeto preciado es nuestra de ello sea material, significativo,o no. Las posibilidades eran infinitas y ahora sabemos que en esta te favoreció. Eres admirable

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