Llantos de ahogada

Cansa darle los buenos días al mundo, fingiendo una sonrisa para no desencajar

el hastío  de cumplir sueños ajenos, mientras quedan en un ladito esperando los propios es desalentador porque primero, lo primero 

y siempre hay algo mas a lo que hay que hacerle frente.

Es detestable que la gente solo piense en sí misma pero si uno lo hace, resulta un acto egoísta y mezquino.

No quiero seguir contando los días que me faltan para morir,

quiero morirme sabiendo que los días contaron para mí. 

A veces quisiera no despertar, pero las cuentas no se pagan solas y eso me quita el sueño.

Y vivir un día a la vez ya no es suficiente porque hay mucho por hacer,

Es la vida de adulto dicen muchos, hay que ser fuerte, no eres una nena;

pero en serio ¿cuanto mas hay que aguantar? -hasta que mueras- dijeron.

Sentarte una hora a contemplar el atardecer te cuesta dos horas menos de sueño.

Quizá solo tuve un día rudo, puede ser que tuve unos meses de mierda y tal vez un año nefasto que me trajo a rastras hasta aquí pero definitivamente hoy me rompí.

No quiero ser lo que esperan los demás, no quiero hacer nada mas por nadie mas, si al final del día ni yo estoy para mí; porque estoy cansada pero continúo.

Porque las cosas no se resuelven solas y si me detengo un rato a respirar, ya el caos me acaricia en la nuca para ahorcarme...pero sobrevivo y sigo.   

A veces ya no quiero ser tan fuerte. Solo quiero ser humana. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Tinta sobre papel

Dice "te quiero pero no sé"

Con el pie derecho