Santa semana
La semana santa, un tiempo, una vez al año donde se conmemora la pasión y muerte de Cristo. Aunque muchos la usen como excusa para vacaciónes, divertirse y beber, alejarse de la realidad de la vida, la rutina y los malos días; la verdad es la que siempre y todos los años nos repiten en la iglesia: "Semana para reflexionar". Y pues, sea cual sea la religión, creyentes o no, lo que se dice es cierto.
Comienza un viernes, tres días de descanso para sacar cuentas de tus logros, todas aquellas cosas por las cuales has luchado y has obtenido la gloria y el aplauso de todos. Luego, tres días para someter a juicio ante uno mismo sobre los errores, las faltas; todo aquello que hemos dejado de hacer; lo que no hemos vivido, las personas que hemos ofendido y maltratado. Es allí donde nos damos cuenta de los vicios y daños y empezamos a cargar la cruz de esos tormentos; producto de nuestros mas viles defectos, nuestros pensamientos los cuales conllevan a malas acciones hacia seres queridos, amigos o conocidos; esas cosas que tanto tratamos de dejar a un lado, olvidarlas o echarlas en un cofre pero no podemos.
Sin embargo, no estamos solos pues a menudo buscamos alrededor personas fieles que puedan ayudarnos a cargar con los errores a saldar esas deudas o simplemente acompañarnos en cierto trayecto de la vida,es así como siempre estará aquel que nos abandone, aquel que esté con nosotros en las buenas y quien esté junto a nosotros para siempre. Solo hasta tanto sabremos en quien de ellos confiar y sobre todo quien es fiel de verdad a todo lo bueno que hemos sido que hemos hecho y a pesar de lo malo que podemos ser, reconoce que hay un lado amable que vale la pena ayudar.
Comienza un viernes, tres días de descanso para sacar cuentas de tus logros, todas aquellas cosas por las cuales has luchado y has obtenido la gloria y el aplauso de todos. Luego, tres días para someter a juicio ante uno mismo sobre los errores, las faltas; todo aquello que hemos dejado de hacer; lo que no hemos vivido, las personas que hemos ofendido y maltratado. Es allí donde nos damos cuenta de los vicios y daños y empezamos a cargar la cruz de esos tormentos; producto de nuestros mas viles defectos, nuestros pensamientos los cuales conllevan a malas acciones hacia seres queridos, amigos o conocidos; esas cosas que tanto tratamos de dejar a un lado, olvidarlas o echarlas en un cofre pero no podemos.
Sin embargo, no estamos solos pues a menudo buscamos alrededor personas fieles que puedan ayudarnos a cargar con los errores a saldar esas deudas o simplemente acompañarnos en cierto trayecto de la vida,es así como siempre estará aquel que nos abandone, aquel que esté con nosotros en las buenas y quien esté junto a nosotros para siempre. Solo hasta tanto sabremos en quien de ellos confiar y sobre todo quien es fiel de verdad a todo lo bueno que hemos sido que hemos hecho y a pesar de lo malo que podemos ser, reconoce que hay un lado amable que vale la pena ayudar.
Vendrá también un día donde purgaremos todas nuestras faltas, nos arrepentiremos y buscaremos a un ser poderoso para que alivien tanto dolor. Como siempre estará quien nos juzgue por lo que no hemos hecho y por nuestros errores, éste nos cataloga como lo peor, sin recordar "aquella viga que atraviesa su ojo" o quizá viendo su imagen en nosotros se reprochará a si mismo. Sin embargo hay gente sensata que también sufre y nos dará la razón pues de alguna manera u otra sabe lo que estamos padeciendo y tratará de ayudarnos a buscar una solución darle fin al sufrimiento para lograr aceptar nuestras faltas, pedir perdón a quien hemos ofendido y perdonarnos a nosotros mismos.
Al final, las culpas y las preocupaciones morirán quemandose en la hoguera de la indulgencia, aquel sentimiento malo, delitos, temores y fracasos se irán. Resucitando de esas cenizas un ser nuevo, renovado espiritualmente, tranquilo y sereno dispuesto a saldar y solucionar sus problemas; comenzar de nuevo y enfrentar su vida. De aquella pasión y muerte solo han quedado las cicatrices como recuerdo de lo que padecimos y los errores que no debemos volver a cometer.
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