Entradas

Mostrando entradas de 2024

Llantos de ahogada

Cansa  darle los buenos días al mundo, fingiendo una sonrisa para no desencajar el hastío  de cumplir sueños ajenos, mientras quedan en un ladito esperando los propios es desalentador  porque primero, lo primero  y siempre hay algo mas a lo que hay que hacerle frente. Es detestable que la gente solo piense en sí misma pero si uno lo hace, resulta un acto egoísta y mezquino. No quiero seguir contando los días que me faltan para morir, quiero morirme sabiendo que los días contaron para mí.  A veces quisiera no despertar, pero las cuentas no se pagan solas y eso me quita el sueño. Y vivir un día a la vez ya no es suficiente porque hay mucho por hacer, Es la vida de adulto dicen muchos, hay que ser fuerte, no eres una nena; pero en serio ¿cuanto mas hay que aguantar? -hasta que mueras- dijeron. Sentarte una hora a contemplar el atardecer te cuesta dos horas menos de sueño. Quizá solo tuve un día rudo, puede ser que tuve unos meses de mierda y tal vez un año nefasto ...

Tinta sobre papel

¿Cuántos lunes van a pasar antes de que deje de sentir el vacío en el pecho de aquella vez?  Hoy es un lunes menos de dolor; un lunes más, donde ya no estás. Ya no quiero encontrarte en ésos recuerdos que olvidaste al igual que a mí. No quiero verte entre mis palabras, pero aún te siento en cada línea.  Y si, quisiera que fueran éstas las últimas que escribo para ti,  pero admito que no sé cuándo deje de extrañarte, ni cuando deje de pensarte...no lo sé. No veo el momento en que ya formes parte de mis memorias perdidas; las mismas, que ya no quisiera buscar para tenerte cerca y aunque lucho día a día para no sentirte, para no pensarte, para no escribirte para no extrañarte... me resigno con ir dejando mis lágrimas mezcladas con tinta sobre papel.  

Dice "te quiero pero no sé"

  -Sí, te quiero; pero eso no te garantiza que estemos juntos. El tiempo lo dirá.  Fué la respuesta más abismal que le pude sacar luego de una conversación pesada con declaraciones punzo penetrantes. Por un momento sentí que algo se me iba de las manos y así era, no podía hacer nada al respecto que no fuese llorar, cayó una, luego cayeron dos y tres lágrimas en mis mejillas empalidecidas por la nostalgia y me detuve a pensar ¿qué estoy esperando acá? ¿Qué podía hacer ante la idea de dejarle al tiempo la responsabilidad de decidir? ¿Por qué no podíamos ambos tomar una decisión si el sentimiento era mutuo?  Mis manos estaban frías y temblaban, los ojos se me llenaron de lágrimas nuevamente. Por mi cabeza pensamientos iban y venían, eran un sinfín de cuestiones que buscaban respuestas claras más allá de "el tiempo lo dirá"esa indecisión me acongojaba, aun así lo dejé ser.   Dolía, como cualquier desilusión; eso pasa cuando le das un lugar especial a alguien que lo ...